Busqueda (Libre)

Cubierta desde la cabeza hasta los pies totalmente oculta con una túnica que no dejaba mucho a la imaginación, sin nisiquiera dejar ver su condición de arpia, Leynashade caminaba por el bazar buscando algo para resistir otro día más.
No siempre cazaba, a veces simplemente robaba o caminaba por la calle buscando gente a la que molestar.. no le importaba, después de todo era su supervivencia, y si la gente iba al mercado era por que tenían dinero, cosa de la que ella carecía totalmente.

No había mucha gente que le llamase la atención, aun que entre la multitud, vio una mujer bastante imponente acercandose, se hizo a un lado y la observó con los ojos muy abiertos: rubia, fuerte, alta.. le daba un poco de miedo, aún así... la siguió.

No podía apartar la vista de ella, nunca la había visto por el bazar y eso que Leynashade solía pasar mucho tiempo recorriendo las calles o observándo a la gente desde los tejados.
Observó a la vez que ella a los niños, mirándo más fijamente al perro que a ellos.

"Qué hambre" Pensó para sí misma mordiéndose el labio inferior.
No la vio entrar en la tienda, ni tampoco la vio esconderse, cuando quiso darse cuenta y volver a mirar hacia delante para encontrar a la muchacha, ésta no estaba.
Se quedó quieta, inmóvil pensativa, pensando dóndo pudo haberse ocultado. Caminó en circulos pequeños perdida, mirándo a todos lados hasta volver a quedarse quieta cerca de la puerta de la tienda a la que la mujer había entrado, sin saber en ningún momento que ella estaba ahí.

Leynashade sintió como empujaban de ella. En menos de un par de segundos se vió frente a la chica que la interrogaba, estaba muy asustada y un chillido ahogado salió de su garganta ante el shock de lo que acababa de ocurrir.
Se abrazó a su túnica cuando la soltó y la miró directamente a los ojos, se agazapó un poco en el suelo, poniendose de cuclillas.

- Sólo te seguía por que llamaste mi atención, no me mates por favor. - Dijo casi a trompicones y atragantandose por el nerviosismo que le había causado la chica.

Se daba cuenta como no la dejaba de mirar, la observaba y vigilaba casi constantemente.
"Que qué quiero" Pensó para sí misma.. ¿qué podía querer? ni siquiera sabía por qué la había seguido, ¿qué podía querer?

La observó en silencio por unos momentos, tratando de pensar en algo y sintiendose cada vez más temerosa, ocultándose cada vez más entre la basta túnica de esparto.

- No...no quiero nada. - Dijo casi en un susurro, cada vez más acongojada, alcanzó a levantar la vista para observar al tendero que las miraba, más a la chica que a ella misma, de forma lasciva.
"Hombres..." Pensó un poco asqueada, apegandose a la pared.

- Ley.... - Murmuró intimidada, no confiaba en ella pero no responder podría enojarla y era algo que no quería.- Leynashade... - Dijo finalmente después de un largo suspiro.

El tendero se fue dejándolas solas, Leynashade lo siguió con la mirada un par de segundos hasta que la chica se puso delante de ella, mirándola.
Volvió a sentir congoja, se veia como un animalito acorralado.

- ¿ Y usted ? - Dijo tratando de ser amable, levantando la cabeza para verla dejando entrever por primera vez sus ojos a la luz de la pequeña tienda.