El nuevo inquilino [Privado L]

Lyan no pudo evitar sentirse aliviado al ver su casa acercándose, ya casi llegaban. El gatito casi se había dormido por el camino y aunque no le pesaba en brazos, el camino había sido un suplicio: la respiración de este justo en su cuello con las manitas y las piernas rodeandole tan concienzudamente no eran algo que ayudasen. Además el gatito tenía la ropa mojada y esta se le pegaba al cuerpo de una manera muy.... Negó con la cabeza ante sus pensamientos.

- Ya llegamos.- Murmuró.

*El viento lo había acariciado, el cabello , el rostro, todo, incluso el trayecto fue casí un arrullo para el, al grado que dormitaba...entre deseoso de dormirse y no...realmente no era sueño, solo fue una sensación temporal por el mismo viaje, el murmuro le despertó completamente, pues apenas escucho sus orejas sacudieron para pasar a quedar erguidas estas completamente, su cola retomaba el continúo mecer suave de lado a lado al tiempo que apenas volteaba para ver el entorno en el que estaba ahora, posando nuevamente sus manos sobre el pecho ajeno, sin dejar de rodearle con las piernas.*

-Ñyaaa...

Lyan lo observó sin poder ocultar su sonrisa. Los nekos le encantaban, le parecían unas criaturas lindas y fascinantes, además de entretenidas. Dió un pequeño suspiro y abrió la puerta de su casa, posándolo en el suelo al fin.

- El baño esta allí...- Le señaló suponiendo que el neko tendría ganas de darse un baño.

- No tengo ropa de tu talla pero buscare algo pequeño...- No estaba seguro de tener nada pequeño por casa, pero no podía dejar que el pobre animalito se vistiera con aquellas ropas mojadas.

*Tocaba suelo finalmente, miraba los interiores de la casa, posaba su manga derecha, humeda, cerca de su mentón, con un gesto sinceramente, curioso...si, curioso por explorar...era de esos que le gustaban ver los rincones de los lugares a los cuales iba. Igual, su inocencia era presente...escuchaba las palabras que decía; si...quería deshacerse de esa ropa que jamás le había sido molesta, solo entonces, con esa humedad, le molestaba.
Asintió con una amplia sonrisa y su cola se mecía con alegría, hasta con ritmo, tomaba la sudadera y la retiraba de su cuerpo, quitándosela, con algo de dificultad por aquella misma humedad que aún tenían las prendas, corrió con suma alegría a donde el le señalaba; sin dar importancia a que dejase ver medio cuerpo en el trayecto, entraba en el baño, sin siquiera cerrar la puerta...no estaba acostumbrado a cerrar puertas.
Desabrochaba el pantalón y se lo quitaba igualmente; con tranquilidad lento, pues era mezclilla húmeda, molesta. Su colita se mecía suavemente, mientras sus orejas de vez en cuando sacudían, igual terminó por quitarse los interiores, dándo la espalda a la puerta, lamía por instinto su dorso de la mano diestra, para observar la tina y acercarse a esta, solo la miraba curioso, incándose frente a esta, observando el agua de la misma, bajaba sus orejas de una forma lenta, y su gesto era uno que expresaba entre ingenuidad y miedo.*

-Agua...¿Otra vez agua?...Ñy...

Lya había observado como el neko se quitaba la camiseta de reojo, sin decir nada. Despues lo vió caminar graciosamente hasta el baño y se sorprendió al ver que este no cerraba la puerta. Frunció el ceño con las mejillas algo encendidas al ver cómo se despojaba de sus ropas con aquella inocencia pero, a la vez, sensualidad. El verle lamiéndose ya lo remató, se sintió mal consigo mismo por que se autocazó pensando que aquello era muy erótico. Se mordió el labio inferior y decidió que mejor lo dejaba solo pero al acercarse para cerrar la puerta escuchó aquella vocecilla triste.

- ¿Qué pasa? - Preguntó pegado a la peurta, sin atreverse a acercarse.- ¿No te gusta el agua?

*Miraba la tina, apenas adentraba su mano en el agua inmediatamente sacaba la misma, sacudiendola como cualquier gato haría al sentir la humedad en su pata.
Volteó sobre su hombro derecho a verle, su colita se mecía por lo bajo de lado a lado suavemente, mientras sus orejas estaban completamente decaidas, con un gesto que en efecto; decía su desagrado por el agua así como el temor de meterse en ella.*

-No...no me gusta, es muy mojada....ñyaaa...

*Comentó de forma inocente, al tiempo que volteaba a donde la tina nuevamente, encojiendose en hombros, con miedo, volvía sus ojos hacía atrás, como intentando verle, susurrándole.*

-No me atrevo a bañarme...me da miedo...

Lyan suspiro tratando de armarse de paciencia y se acercó a él, acuclillándose a su lado junto a la tina.

- Claro que esta mojada, es agua.- Le sonrió rascándole tras una oreja sin poder evitarlo.- Mira... no hace nada.- Metio su mano en el agua para enseñárselo.- ¿Ves? Sólo es agua.

Le daba muchísima ternura el pequeño e ingenuo neko. Tenía que hacer grandes esfuerzos para no recorrer el esbelto cuerpecito que se mostraba desnudo ante sus ojos.

*La caricía en la oreja le hizo hacerse con un gesto de alelamiento, la oreja decaía al frente como en busca de dejar más espacio a las caricias que recibía.
Observó como metía la mano al agua y la sacaba como si nada, curioso, y un poco asombrado, claro...para el era un verdadero acto heróico el que pudiese soportar el agua así como así. Un gesto asombrado era ql eu tenía ahora.*

-Woooow!! ...¡Eso es genial!...¡Puedes tocarla como si nada!...

*Su colita mecía alegremente y continúa, mietnras sus orejas estaban erguidas en su cabeza, observándole.*

Lyan se rió con suavidad, nuevamente fascinado ante las reacciones del pequeño nekito.

- Tu tambien puedes, sólo tienes que intentarlo.- Le dijo tocándole la punta de la nariz con el dedo mojado cariñosamente.- ¿Ves? No pasa nada.

Se puso en pie, para dejarle solo.

- Bállate y cuando acabes te haré una buena cena.- Le pidió con amabilidad.

*En la punta de su nariz sintió humedad, no pudiendo evitar intentar observar la misma punta de su nariz, adoptando un semblante enternecedor así como ingenuo, volvía a verle, acercando su mano a el agua para sumergirla un poco, no mucho, intentando el aguantar aquella sensación tan humeda que tenía; su gesto era uno entre dispuesto y nervioso, como si su vida dependiese de ello prácticamente.
Sacó su mano de golpe dejando volar el agua, agitaba su mano con algo de rápidez, con un pequeño gesto infantil y felino.*

-Ñya!!! ... ¡Moja, moja! ...

*Escuchó lo que decía respecto a la cena, olvidándose del baño completamente, quizás como pretexto; realmente no quería tocar el agua, aunque requiriera el baño en si.
Le miro con una gran alegría, sus orejas erguidas en su cabeza y su cola meciendose suavemente de derecha a izquierda.*

-¡Pasteles-ñya!...

Lyan suspiro y se rió con suavidad, aunque por dentro estaba nervioso. Aquel neko no se daba cuenta de lo que realmente hacía...

- Vale, pasteles pero antes el baño...- Le dijo volviendo hasta donde él.

- Si... si me quedo aqui.. ¿Te bañas? - Preguntó albergando la esperanza de que el neko no le pidiera que se bañase tambien o algo asi.

*Sus orejas se agacharon un tanto al escucharle manteniendo el gesto infante e inocente, su cola se mecía suavemente de lado a lado; observo alternadamente el agua de la tina y luego al joven, volviendo a poner erguidas sus orejas en su cabeza.*

-Ñyaaa es dificil....ñy...lo intentaré-ñya...

*Se levantaba con un gesto de desición (cómico por la situación) y observaba el agua retadoramente (Si...retadoramente...diablos...solo así me salen los parentesis xD) acercando su mano diestra lentamnete, la adentraba en el agua un poco nuevamente, como intentando darse valor para meter proximamente su cuerpo.*

-Ñy...

Lyan no pudo reprimir un nuevo suspiro y una sonrisa pequeña provocada por la ternura de aquel gatito. Daban ganas de comerselo a besos, para qué negarlo.

Se cruzó de brazos y esperó en silencio, pero tenía la sensación de que el pobre gatito no se iba a atrever y no sabía que hacer para ayudarle, porque desde luego no le podía obligar.

- Venga gatito, que no te va a pasar nada.- Trató de animarle rascándole tras la oreja. Ahora que lo pensaba, ni si quiera sabía su nombre.

*No oculto ni evito un leve ronroneo con la sensación que su oreja experimentaba con cada mimo que la mano ajena le otorgaba, su colita...suavemente mecía de un lado a otro, ritmicamente incluso alegre, entrecerraba sus parpados para adoptar un geso algo manso en el rostro.*

-Prrr....~~ ....¿Qué tal si me ahogo?...casí me pasa en el agua de el lago... y ¿qué es un lago?...sino una gran tina gigante...

*Elevó sus brazos para simplificar mejor el ''gigante'' en su frase, sus orejas volvían a quedar en su cabeza erguidas, mientras su colita tomaba una pose de ''u'' tras de el, conuna sonrisa infante; sentenció.*

-Mejor me baño como siempre hago...

*Sonrió y sin más comenzaba a lamer el dorso de su mano derecha, sus orejas decaían hacía atrás al tiempo que frotaba su rostro con suavidad...comenzando un aseo al más puro estilo de un felino.*

Lyan volvió a morderse el labio inferior pensando una vez más que aquel niño era lo más lindo que haía visto, al menos, en los últimos 100 años.

- Pero así no te quedas bien limpio...- Le dijo con paciencia y se agaachó, acuclillándose otra vez para mirarle mejor.

- ¿Qué tengo que hacer para que te bañes?

*Dejaba su dorso entrecubriendo la mitad de su rostro, abría el ojo que quedaba visible para verle, dejando igual un poco entresalida su lengua de sus labios, ingenuamente.*

-Ñy...así siempre me baño...aunque igual con agua de las lluvias también...

*Sus orejas descendían completamente y sus índices se juntaban uno con otro al escuchar su preguna, miraba en dirección al suelo, como avergonzado o apenado, un leve rubor, invadió sus mejillas; musitando con un tono suave y dulce.*

-Me da miedo ahogarme...no sé nadar....

*Verguenza total era lo que le invadía en ese momento; si....era un hecho que no sabía nadar, ya se había comprobado en el lago aquello...*

Lyan estaba seguro de que aquel niño era la dulzura personificada, parecía un algodón de azucar con patas (x'D) pero uno muy tentador. Le siguió acariciando las orejas, pensando que eran sumamente suaves mientras lo escuchaba.

- Aqui no te vas a ahogar, te lo prometo.- Le dijo sonriéndole, intentando animarle.

- Me quedare aqui, junto a la bañera ¿Vale? - Le dijo entonces.

Lyan no pudo evitar sonreir ante la ternura que le daba aquel gatito. Su cara era como un libro abierto y sus ojos negros no podían ser más expresivos.

- No pasa nada, pequeño.- Le dijo y se rió con suavidad.

Llevó una mano a su cabeza y volvió a acariciarle con suavidad, buscando relajarle.

- Intenta disfrutar del baño, es relajante.

Lyan se mordió el labio inferior ante la cara de agobio del pobre nekito, quería hacerle ver que auqello no era mano pero no sabía bien que hacer. Nunca había tenido que cuidar de un niño por ello se le hacía dificil. Sentía quellas manitas agarrársele con fuerza y no pudo hacer otra cosa que dejar la mano quieta para que este se agarrase si quería.

- Tranquilo...- Repitió en voz baja sonriendole.

*Apenas abría sus ojos para verle, el gesto piadoso y de petición de sacarle de ahí seguía, era nato, le daba pánico el agua, se quedaba quieto esperando que con eso se asease y todo terminará rápido, eran sus deseos claro, aferraba sus manos a la ajena con fuerza, ya que seguía con su temor más grande de todos; ahogarse.
Sus orejas se mantenían echadas contra su cabello, su colita erizada y completamente empapada con el líquido, apenas si la llegaba a mover muy de vez en cuando, le miro fijamente.*

-Ñy....¿Por qué no te bañas tú?....

*Temblaba de frió, ¿por qué pregunto eso?...quizás por que a su parecer era injusto tener que bañarse el y que el joven no se tuviese ni que mojar (?).*