La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
2 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Tirando una toalla a la cesta de la ropa sucia, Bäel salió del baño, donde se había dado una ducha rápida. De fondo se escuchaba el ruido del maíz saltando en la sartén con aceite, o la tetera con el agua hirviendo.
Había dejado al neko durmiendo en su cama hacía ya un par de horas, y parecía que aún no volvía al mundo de los vivos. Con un bostezo se sirvió té en un vaso, poniendo cara de asco al ver que se había pasado con el azúcar. Aquello parecía más digno de un goloso de la luz que de un demonio como él.
Miró de reojo por la puerta abierta de su habitación, donde el gatito descansaba con una sábana cubriéndole. No sabía que querría de comer, así que simplemente estaba preparando lo que a él le apetecía. Eso sí, ya había escondido su dinero en un buen sitio. No terminaba de fiarse a pesar de que la voz y los gestos de Samy. Era superior a él. Casi ni se había dado cuenta de cómo se la había robado, sólo recordaba la furia y la frustración que había sentido.
-Gato dormilón -dijo, chaqueando la lengua y con un paño en el hombro mientras le daba la vuelta a las tortitas de maiz.
Había dejado al neko durmiendo en su cama hacía ya un par de horas, y parecía que aún no volvía al mundo de los vivos. Con un bostezo se sirvió té en un vaso, poniendo cara de asco al ver que se había pasado con el azúcar. Aquello parecía más digno de un goloso de la luz que de un demonio como él.
Miró de reojo por la puerta abierta de su habitación, donde el gatito descansaba con una sábana cubriéndole. No sabía que querría de comer, así que simplemente estaba preparando lo que a él le apetecía. Eso sí, ya había escondido su dinero en un buen sitio. No terminaba de fiarse a pesar de que la voz y los gestos de Samy. Era superior a él. Casi ni se había dado cuenta de cómo se la había robado, sólo recordaba la furia y la frustración que había sentido.
-Gato dormilón -dijo, chaqueando la lengua y con un paño en el hombro mientras le daba la vuelta a las tortitas de maiz.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Ah... que a gusto se estaba allí, en esa cama calentita y mullida, con esas sábanas tan suaves. Podría dormir durante días seguidos en aquel colchón. Bueno, podría si no le gustara también llenar el estomago cada cierto tiempo, con por ejemplo lo que fuera que despedía ese olorcillo tan rico que le llegaba a la nariz y que le hizo bostezar perezoso. ¿De verdad tenia que levantarse? ¿no podía venir la comida a él? No, quizás era mucho pedir, pero es que... se estaba tan a gusto... y hacia tan poquito que estaba ahí...
¡Agh! Que remedio, mejor hacer caso a su protestón y rugiente estomago y ver que era lo que estaba preparando su ''amo'' y si también había para él. Bien, lo primero era ponerse algo de ropa, un nekito tímido no iría desnudo por ahí aunque estuviera en la casa de su amo... así que ¿que tal esa camisa que?... ¡oh! ¡que sorpresa! Le quedaba grande. Nada como una camisa que te quede grande, e incluso resbale mostrando uno de tus hombros, para que el dueño de esta sufra del síndrome de tienda de campaña y hemorragia nasal. Sip, ya estaba perfecto para ir donde Bäel.
-Amo... oh... perdón... Bäel, ya estoy despierto... - murmuró desde la puerta con voz tímida, mirando sonrojado al suelo mientras jugaba con las mangas de la camisa, que le tapaban las manos.
¡Agh! Que remedio, mejor hacer caso a su protestón y rugiente estomago y ver que era lo que estaba preparando su ''amo'' y si también había para él. Bien, lo primero era ponerse algo de ropa, un nekito tímido no iría desnudo por ahí aunque estuviera en la casa de su amo... así que ¿que tal esa camisa que?... ¡oh! ¡que sorpresa! Le quedaba grande. Nada como una camisa que te quede grande, e incluso resbale mostrando uno de tus hombros, para que el dueño de esta sufra del síndrome de tienda de campaña y hemorragia nasal. Sip, ya estaba perfecto para ir donde Bäel.
-Amo... oh... perdón... Bäel, ya estoy despierto... - murmuró desde la puerta con voz tímida, mirando sonrojado al suelo mientras jugaba con las mangas de la camisa, que le tapaban las manos.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Los ojos del demonio se posaron enseguida en la figura del gatito, comiéndoselo con los ojos en cuanto vio el hombro o aquellos muslos al aire. Le daban ganas de mordisquearlos, que se Samy se quedase ahí quietecito y que la comida se quemase o lo que quisiese. Pero él quería hundir sus colmillos en aquella carne que se veía tan suave y blanda, y que ya sabía que así era su tacto.
-Ven aquí... -ordenó, apartando enseguida los ojos y dándole la vuelta a las tortitas-. No sé si te gustarán, pero están crujientes y algo dulces.
En cuanto lo tuviese a su lado estaba seguro que su mano iría directa a las nalgas o a acariciar los mulsos, y así fue. Le besó el cuello y su mano casi que se instaló ahí, mientras seguía con las tortitas y sacaba un par. Sus pantalones volvían a sentirse algo apretados, aunque apenas un poco. Aquel gatito era demasiado peligroso para su propia salud. Se sentía como una quinceañera con las hormonas revolucionadas.
-Prueba una.
-Ven aquí... -ordenó, apartando enseguida los ojos y dándole la vuelta a las tortitas-. No sé si te gustarán, pero están crujientes y algo dulces.
En cuanto lo tuviese a su lado estaba seguro que su mano iría directa a las nalgas o a acariciar los mulsos, y así fue. Le besó el cuello y su mano casi que se instaló ahí, mientras seguía con las tortitas y sacaba un par. Sus pantalones volvían a sentirse algo apretados, aunque apenas un poco. Aquel gatito era demasiado peligroso para su propia salud. Se sentía como una quinceañera con las hormonas revolucionadas.
-Prueba una.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Éxito rotundo o tenia alucinaciones, porque juraría haber visto al demonio dándole un buen repaso. Eso era bueno, mientras la cosa fuera así le tendría en la palma de su mano, después de todo la lujuria cegaba.
-Ven aquí... -ordenó, apartando enseguida los ojos y dándole la vuelta a las tortitas-. No sé si te gustarán, pero están crujientes y algo dulces.
-Si... me gustan... - aseguró acercándose con timidez mientras su estomago parecía cantar el aleluya ante la noticia de la pronta alimentación. Se sentía como si no hubiera comido en meses.
''Un gordo en tanga, muuuuuchos gordos en tanga, todo un ejercito de gordos'' pensó tratando de distraerse de esa mano en su trasero, manteniendo la cabeza baja y un fuerte sonrojo. Era mejor tratar de mantener la mente fría si no quería volver a lanzarse sobre Bäel como había hecho en el callejón, así que relajarse... y pensar en cosas horribles. La comida era lo primero, después ya veria.
Tomó una de las tortitas, dándole un pequeño bocado, emitiendo un gemidito de gusto, de forma inconsciente esta vez. No había esperado que estuvieran tan buenas – están muy ricas...
-Ven aquí... -ordenó, apartando enseguida los ojos y dándole la vuelta a las tortitas-. No sé si te gustarán, pero están crujientes y algo dulces.
-Si... me gustan... - aseguró acercándose con timidez mientras su estomago parecía cantar el aleluya ante la noticia de la pronta alimentación. Se sentía como si no hubiera comido en meses.
''Un gordo en tanga, muuuuuchos gordos en tanga, todo un ejercito de gordos'' pensó tratando de distraerse de esa mano en su trasero, manteniendo la cabeza baja y un fuerte sonrojo. Era mejor tratar de mantener la mente fría si no quería volver a lanzarse sobre Bäel como había hecho en el callejón, así que relajarse... y pensar en cosas horribles. La comida era lo primero, después ya veria.
Tomó una de las tortitas, dándole un pequeño bocado, emitiendo un gemidito de gusto, de forma inconsciente esta vez. No había esperado que estuvieran tan buenas – están muy ricas...
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Los ojos de Bäel estaban atentos al movimiento de los labios del gato. Había visto como se embadurnaban levemente con el aceite, y como su lenguita lo recogía. Aquello sólo le dieron ganas de inclinarse y lamerselos él, pero sólo pudo apretujar más la nalga, amasándola después, sacando dos tortitas más del aceite.
-Puedes comer las que quieras. Se hacen bastante rápidas -cogió una él y la mordió, saboreando el sabor levemente dulce y salado de ella y de sus labios. Le encantaba aquel capricho de vez en cuando. Lo había aprendido de la familia.
Luego cogió una cerveza empezada y le dio un trago, observando de reojo a Samy.
-Puedes comer las que quieras. Se hacen bastante rápidas -cogió una él y la mordió, saboreando el sabor levemente dulce y salado de ella y de sus labios. Le encantaba aquel capricho de vez en cuando. Lo había aprendido de la familia.
Luego cogió una cerveza empezada y le dio un trago, observando de reojo a Samy.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
''Concentrate en las tortitas, concentrate en las tortitas...'' pensó sintiendo como se calentaba un poco por aquel estrujón. Era la primera vez que tenia que esforzarse de aquella manera para no ponerse caliente, la mayoría de tipos con los que se haba topado no estaban ni mucho menos tan buenos como el demonio.
-¿De verdad? ¿las que quiera? ¡muchas gracias! - exclamó con felicidad, cogiendo otra más. Fácilmente podría comerse unas diez o quince de esas.
-¿De verdad? ¿las que quiera? ¡muchas gracias! - exclamó con felicidad, cogiendo otra más. Fácilmente podría comerse unas diez o quince de esas.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Siguió con su cerveza hasta acabarla y arrugarla en su mano, acompañando ese movimiento por la que estaba en el culo del neko, que también comprimió la nalga. Tenía ganas de conseguir otra cerveza porque no sabía lo que iba a hacer como tuviese las dos manos libres.
Bäel volvió a morder su tortita, centrándose unos segundos en el sabor y enseguida desviándose a otra parte sin casi proponerselo. Debía estar enfermno. No era normal. Tenía sexo siempre que quería, y un simple gatejo lo ponía asi. Se daba vergüenza ajena, pero sólo pudo estrujar más la nalga, soltando un pequeño bufido por lo bajo.
-Las que quieras. Para eso estoy haciéndolas -cogió otra y modió casi más de la mitad de un solo bocado, masticando con rápidez.
Bäel volvió a morder su tortita, centrándose unos segundos en el sabor y enseguida desviándose a otra parte sin casi proponerselo. Debía estar enfermno. No era normal. Tenía sexo siempre que quería, y un simple gatejo lo ponía asi. Se daba vergüenza ajena, pero sólo pudo estrujar más la nalga, soltando un pequeño bufido por lo bajo.
-Las que quieras. Para eso estoy haciéndolas -cogió otra y modió casi más de la mitad de un solo bocado, masticando con rápidez.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Meter la tortita en la boca, masticar y tragar, después repetir el proceso. ¿Sencillo verdad? ¿entonces por que estaba teniendo tanta dificultad para seguirlo? Ah ya, porque cierto demonio tenia las manos muy largas y no sabía mantenerlas quietas. Si esto seguía así para cuando terminara de comer estaría más caliente que la sartén que Bäel estaba usando para hacerlas.
Al menos esta vez parecía que podía conservar el juicio, después de todo aun no le había saltado encima para restregase en él y comérselo a besos. No, mejor seguía comiendo las tortitas que estaban riquísimas y luego ya le saltaría encima... ¿uh? no... ¡por Ael! ¿en que estaba pensando? Malditas hormonas... lo mejor que podía hacer era coger otra tortita y otra, y otra más, hasta llenarse el estomago.
Al menos esta vez parecía que podía conservar el juicio, después de todo aun no le había saltado encima para restregase en él y comérselo a besos. No, mejor seguía comiendo las tortitas que estaban riquísimas y luego ya le saltaría encima... ¿uh? no... ¡por Ael! ¿en que estaba pensando? Malditas hormonas... lo mejor que podía hacer era coger otra tortita y otra, y otra más, hasta llenarse el estomago.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
El demonio lo miró con curiosidad. Sí que debía tener hambre, parecía inmune a la mano que no dejaba de estrujar la nalga. Quizás aún tuviese apetito porque no habían terminado de comer en el restaurante. Aunque no se quejaba, verlo comer ya era todo un espectaculo muy bueno. Tenía movimientos que ni siquiera creía que el mismo gatito se percatase.
Además, verle la nuca destapada le daban ganas de enterrar su nariz ahí. Y así lo hizo. O al menos durante unos segundos bastante largos. Luego se apartó, cogió más maíz, lo puso en harina y huevo y lo echó en la sartén. Así como unas cuatro veces antes de coger él otra y seguir masticando.
-¿Qué te apetece hacer luego? Tampoco quiero tenerte encerrado aquí todo el día, no me van esas cosas.
Además, verle la nuca destapada le daban ganas de enterrar su nariz ahí. Y así lo hizo. O al menos durante unos segundos bastante largos. Luego se apartó, cogió más maíz, lo puso en harina y huevo y lo echó en la sartén. Así como unas cuatro veces antes de coger él otra y seguir masticando.
-¿Qué te apetece hacer luego? Tampoco quiero tenerte encerrado aquí todo el día, no me van esas cosas.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Casi se atraganta al sentir la nariz en su nuca. Fueron solo unos segundos, pero bastaron para hacerle estremecerse por completo. Primero sus orejas, luego su nuca... solo le faltaba la cola y habría pasado por todos sus puntos débiles. Y ni siquiera parecía que Bäel se hubiera percatado de ese dato, lo cual en realidad le alegraba, porque seria mucho más difícil aguantar si el demonio los usaba contra él.
-¿Luego? No se... podemos dar una vuelta... ¿eso estaría bien? - preguntó con timidez antes de agarrar otra tortita y empezar a engullirla antes de que se le escapara algún gemido. Salir seria bueno, quizás encontrara una oportunidad de darse a la fuga.
-¿Luego? No se... podemos dar una vuelta... ¿eso estaría bien? - preguntó con timidez antes de agarrar otra tortita y empezar a engullirla antes de que se le escapara algún gemido. Salir seria bueno, quizás encontrara una oportunidad de darse a la fuga.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Bäel asintió con la cabeza, dándole la vuelta a las otras tortitas y a los trozos de maíz que quedaban sueltos y saltaban alegremente casi alunisono. Se acabó la que tenía empezada y pasó a otra, mientras en su cabeza la imagen de la boca y los dedos húmeds de aceite se repetían una y otra vez.
-Sí. Podemos ir a algún bar. No están mal los de esta zona, aunque hay gente un poco imbécil. Pero no dejaré que te hagan nada -al terminar de decir eso, volvió a estrujarle la nalga-. ¿Qué te apetece de beber ahora? Eso te va a dar sed dentro de un rato...
-Sí. Podemos ir a algún bar. No están mal los de esta zona, aunque hay gente un poco imbécil. Pero no dejaré que te hagan nada -al terminar de decir eso, volvió a estrujarle la nalga-. ¿Qué te apetece de beber ahora? Eso te va a dar sed dentro de un rato...
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Terminó de comerse la ultima, ronroneando mientras empezaba a lamer como un gato el aceite y restos de las tortitas de las manos, ondeando feliz y satisfecho la cola. Sacudió las orejas, mirando a Bäel con un sonrojo y soltando un pequeño gemidito por el estrujón, mientras se relamía los labios.
-Hum... ¿tienes... tienes zumo de coco y piña? - preguntó mordiéndose el labio inferior – es que... me gusta mucho, y hace bastante tiempo desde que lo tomé por ultima vez... - murmuró agachando las orejas mirándole de forma lastimera.
Sabía que era muy raro que alguien tuviera de ese tipo de zumo en casa, por lo que lo más probable es que Bäel tuviera que salir a por él, y con un poco de suerte podría escaparse. En caso de que por algún azar del destino, si tuviera la extraña bebida... bueno, era cierto que le gustaba, así que podría disfrutarla.
-Hum... ¿tienes... tienes zumo de coco y piña? - preguntó mordiéndose el labio inferior – es que... me gusta mucho, y hace bastante tiempo desde que lo tomé por ultima vez... - murmuró agachando las orejas mirándole de forma lastimera.
Sabía que era muy raro que alguien tuviera de ese tipo de zumo en casa, por lo que lo más probable es que Bäel tuviera que salir a por él, y con un poco de suerte podría escaparse. En caso de que por algún azar del destino, si tuviera la extraña bebida... bueno, era cierto que le gustaba, así que podría disfrutarla.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
El demonio asintió lentamente, su cabello moviéndose levemente en sus hombros al hacerlo y cayendo sobre el otro cuando no pudo aguantar más las ganas y se inclinó para lamerle los dedos el mismo, siguiendo los labios después casi sin poder creer lo que acababa de hacer.
Se estaba convirtiendo en una hormona con piernas, y pelo, por supuesto.
Ya que estaba ahí, dedició besarle los labios y paladear de la boca de Samy su sabor mezclado con el de las tortitas, estrujando la nalga en su mano un instante.
-Voy a ahora a mirar si en la alacena hay -susurró, jadeante, contra los labios húmedos y enrojecidos.
Se estaba convirtiendo en una hormona con piernas, y pelo, por supuesto.
Ya que estaba ahí, dedició besarle los labios y paladear de la boca de Samy su sabor mezclado con el de las tortitas, estrujando la nalga en su mano un instante.
-Voy a ahora a mirar si en la alacena hay -susurró, jadeante, contra los labios húmedos y enrojecidos.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Shock, eso es lo que fue cuando sin previo aviso el demonio se lanzo sobre él a lamerle. Dedos, labios... no se lo había esperado, y le cogió completamente por sorpresa, aunque no así la ola de calor que subió por su cuerpo ante aquello.
Solo con el beso y el nuevo estrujón ya consiguió acelerarle de nuevo la respiración. Tenia que alejarse de Bäel cuanto antes mejor. Era demasiado peligroso, le hacia perder el control con demasiada facilidad.
-V-vale – le respondió medio aturdido y sonrojado. Esperaba sinceramente que no tuviera, y también que tardara lo suficiente en volver para que le diera tiempo a calmarse.
Solo con el beso y el nuevo estrujón ya consiguió acelerarle de nuevo la respiración. Tenia que alejarse de Bäel cuanto antes mejor. Era demasiado peligroso, le hacia perder el control con demasiada facilidad.
-V-vale – le respondió medio aturdido y sonrojado. Esperaba sinceramente que no tuviera, y también que tardara lo suficiente en volver para que le diera tiempo a calmarse.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Bäel sonrió levemente, como sólo el sabía hacer de mal, y se separó al fin, no sin antes apretarle el trasero de nuevo y dejar caer la mano al fin. No dejaba de sentir fría esa estremidad mientras entraba en otra habitación a aparte y luego abría una pequeña puerta hacia una mini habitación a una temperatura levemente más baja que la del resto de la casa.
Entro pasando por entre toda la comida, latas y demás hasta la nevera. Juraría que alguna vez había tenido, pero no sabía cuánto hacia de eso. Se puso de cuclillas y empezó a rebuscar entre cartones y zumos, consiguiéndolo al fin. Lo malo es que hacía como diez años que había caducado...
Bufó levemente, volviendo con aquello en la mano.
-Mira, aquí está... -se sintió levemente avergonzado de conservar cosas que simplemente hacia tiempo que no valían-. Pero está caducado, no suelo tener invitados y...
Entro pasando por entre toda la comida, latas y demás hasta la nevera. Juraría que alguna vez había tenido, pero no sabía cuánto hacia de eso. Se puso de cuclillas y empezó a rebuscar entre cartones y zumos, consiguiéndolo al fin. Lo malo es que hacía como diez años que había caducado...
Bufó levemente, volviendo con aquello en la mano.
-Mira, aquí está... -se sintió levemente avergonzado de conservar cosas que simplemente hacia tiempo que no valían-. Pero está caducado, no suelo tener invitados y...
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
En cuanto Bäel desapareció de su vista, dejo salir el aire que había estado reteniendo desde el ultimo estrujón, y empezó a respirar de nuevo. Uff, un poco más y no habría aguantado. Se tuvo que refrescar con agua fría para bajar un poco el calor que el otro le había dejado. Respiró hondo varias veces y se preparó mentalmente para cuando el demonio volviera.
No fue demasiado tiempo pero bueno, suficiente para él.
-No, no importa... - murmuró sonriendo, pero luciendo decepcionado – puedo beber otra cosa... no pasa nada - hizo sonar ese ''no pasa nada'' como un ''pasa bastante pero no quiero molestar'' al tiempo que le miraba con ojitos vidriosos de tristeza. Con eso estaba seguro de que Bäel saldría corriendo a comprarle la bebida.
No fue demasiado tiempo pero bueno, suficiente para él.
-No, no importa... - murmuró sonriendo, pero luciendo decepcionado – puedo beber otra cosa... no pasa nada - hizo sonar ese ''no pasa nada'' como un ''pasa bastante pero no quiero molestar'' al tiempo que le miraba con ojitos vidriosos de tristeza. Con eso estaba seguro de que Bäel saldría corriendo a comprarle la bebida.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Ante aquella cara, el demonio sinitó que no podía resistirse. Cogió al gato por la cintura y medio se sentó sobre le mesa de la cocina.
-¿Te apetecía ese zumo? -movió el embase ante la cara de Samy, suspirando y dejándolo a un lado-. Puedo ir a comprar si quieres... No tengo problemas, pero querré recompensa. ¿Qué piensas darme?
-¿Te apetecía ese zumo? -movió el embase ante la cara de Samy, suspirando y dejándolo a un lado-. Puedo ir a comprar si quieres... No tengo problemas, pero querré recompensa. ¿Qué piensas darme?
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Bien, menos mal que se había preparado mentalmente, porque si no ese brazo rodeando su cintura, y la insinuante frase de del demonio habrían sido demasiado para él. ¿Por que era insinuante verdad? ¿no se lo imaginaba cierto? Porque si se lo estuviera imaginando querría decir que no mantenía control sobre si mismo, y si lo tenia. Estaba sereno, calmo y para nada caliente. Ah, ah, ni un poco, ese calorcillo que sentía sin duda era cosa de la digestión, o quizás había cogido algo de fiebre. Si, seria eso sin duda.
-No... no se... - murmuró bajito - ¿que es lo que quieres a cambio? - preguntó sonrojándose, bajando con timidez la cabeza.
-No... no se... - murmuró bajito - ¿que es lo que quieres a cambio? - preguntó sonrojándose, bajando con timidez la cabeza.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
-Mmmmm, no sé.... déjame ver... -con una media sonrisa juguetona, metió al gatito entre sus piernas, apresándolo con ellas mientras aún lo sujetaba por la cintura.
Llevó su boca a la oreja del neko y la mordió, dirigiéndose después a su cuello, que lamió y saboreó como si no hiciese unas horas que había probado el sabor de aquella piel. Por último acabó en su boca, reclamándola como suya aunque fuese sólo por aquel momento. Loz brazos en la cintura se estrecharon, acercándolo y pegándolo cada vez más contra sí.
Llevó su boca a la oreja del neko y la mordió, dirigiéndose después a su cuello, que lamió y saboreó como si no hiciese unas horas que había probado el sabor de aquella piel. Por último acabó en su boca, reclamándola como suya aunque fuese sólo por aquel momento. Loz brazos en la cintura se estrecharon, acercándolo y pegándolo cada vez más contra sí.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
''Oh... oh... meidei, meidei, tenemos un problema...'' pensó al verse atrapado entre las piernas de Bäel. La cosa iba por terreno peligroso. Jadeó al sentir el mordisco en su oreja, sintiendo que ese calorcillo que se había instalado en su cuerpo crecía de golpe. Gimió y ronroneó sintiendo lo que el demonio le hacia en el cuello como un ataque directo contra su control, que se tambaleó peligrosamente antes de ser derribado completamente por el beso, que le dejo aturdido y dócil. Una vez más quedaba a merced de Bäel, y eso en su fuero interno le aterraba.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
El moreno besaba, mordía y lamía con ganas los labios ajenos. Su lengua batallaba por encontrar a la otra, y su boca se movía para encajarse como mejor alcanzase todo allí dentro. Parecía querer de devorar y arrasar todo a su paso. Sus manos habían subido de la cintura a la espalda, subiendo consigo la tela de la camisa y dejando la piel expuesta.
Mientras una de ellas permanecía sujetánola, la otra bajó para acariciar la suave epidermis. TODA, hasta llegar de nuevo a las nalgas.
Aquello empezaba a resultarle hasta enfermo. Siempre había sido amable y cuidadoso con sus amantes, pero lo que había hecho con el neko ni siquiera podía considerarse un polvo normal.
Mientras una de ellas permanecía sujetánola, la otra bajó para acariciar la suave epidermis. TODA, hasta llegar de nuevo a las nalgas.
Aquello empezaba a resultarle hasta enfermo. Siempre había sido amable y cuidadoso con sus amantes, pero lo que había hecho con el neko ni siquiera podía considerarse un polvo normal.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
El beso que Bäel le estaba dando era un beso demandante, hambriento, era como si tratara de comérselo, de tragarle entero. Arrastrado por la pasión desbordante del demonio unió su lengua en un baile en la que la otra llevaba la voz cantante, sintiendo la mano sobre su piel como una ladrona que entraba en una casa ajena y sin permiso.
Fuego, fuego bajo su piel, un incendio al completo. Bäel tenia la capacidad de hacerle arder con su toque, de encenderle hasta limites insospechados. Sus besos eran adictivos, como una droga, igual que el resto de él. El demonio se estaba convirtiendo en una necesidad, y eso era peligroso. No podía ni debía hacerse dependiente de sus caricias, porque era peligroso. Debía abandonarle, continuar como siempre solo, porque no aguantaría una traición, no soportaría ser abandonado o vendido cuando finalmente se cansara de él, y sobre todo, no podía fingir continuamente ser lo que no era.
Fuego, fuego bajo su piel, un incendio al completo. Bäel tenia la capacidad de hacerle arder con su toque, de encenderle hasta limites insospechados. Sus besos eran adictivos, como una droga, igual que el resto de él. El demonio se estaba convirtiendo en una necesidad, y eso era peligroso. No podía ni debía hacerse dependiente de sus caricias, porque era peligroso. Debía abandonarle, continuar como siempre solo, porque no aguantaría una traición, no soportaría ser abandonado o vendido cuando finalmente se cansara de él, y sobre todo, no podía fingir continuamente ser lo que no era.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Deslizó su mano, ligeramente más morena que el cuerpo del gato, por toda la espalda; subiendo y bajando como si no se puediese estar quieta. Como si aún le quedase mucho camino por recorrer hasta conocer por completo el tacto de aquella piel. Y según él, así era. Pero también quería conocerlo pronto para cansarse y no ser tan dependiente de aquel cuerpecito ni de la persona que era su dueña.
Con un dolor que nada tenía que ver con el corporal, aunque cierta zona de su cuerpo ya taladrase la cadera del neko, colocó en la cintura la mano y cortó aquél beso falto de aire pero mucho más satisfecho que si hubiese hecho ejercicio matutino. Se sentía bien, sí, y odiaba en cierta forma sentirse así. Porque nunca sabías que pasaría, ni lo cuánto duraría aquello; ni tan siquiera si realmente estaba bien.
Normalmente era de los que vivían las cosas tal cual les venían y las disfrutaba al máximo, sin preocupaciones ni reclamos, pero aquello estaba sobrepasando su honorable frase se ''carpe diem''. Tenía miedo de involucrarse mucho. Pero no físicamente, sino sentimentalmente.
Se quedó mirando los ojos de Samy unos sengundos, mientras se lamía los labios y buscaba las palabras indicadas para que no sonasen tan torpes como se sentía en ese momento.
-¿Ves? Esta es una buena forma de agradecer y dar recompensas. ¿No te parece?... -intentó sonreír, pero se sentía demasiado tenso-. Ahora iré a por esos zumos, ¿quieres algo más aparte de eso? -cuestionó, acomodándose nada disimuladamente su sexo.
Con un dolor que nada tenía que ver con el corporal, aunque cierta zona de su cuerpo ya taladrase la cadera del neko, colocó en la cintura la mano y cortó aquél beso falto de aire pero mucho más satisfecho que si hubiese hecho ejercicio matutino. Se sentía bien, sí, y odiaba en cierta forma sentirse así. Porque nunca sabías que pasaría, ni lo cuánto duraría aquello; ni tan siquiera si realmente estaba bien.
Normalmente era de los que vivían las cosas tal cual les venían y las disfrutaba al máximo, sin preocupaciones ni reclamos, pero aquello estaba sobrepasando su honorable frase se ''carpe diem''. Tenía miedo de involucrarse mucho. Pero no físicamente, sino sentimentalmente.
Se quedó mirando los ojos de Samy unos sengundos, mientras se lamía los labios y buscaba las palabras indicadas para que no sonasen tan torpes como se sentía en ese momento.
-¿Ves? Esta es una buena forma de agradecer y dar recompensas. ¿No te parece?... -intentó sonreír, pero se sentía demasiado tenso-. Ahora iré a por esos zumos, ¿quieres algo más aparte de eso? -cuestionó, acomodándose nada disimuladamente su sexo.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
Se sintió mareado y confuso, además de falto de aire cuando Bäel corto el beso. Se había perdido completamente, ni siquiera recordaba donde estaba, solo era consciente del sabor de la boca del otro que aun perduraba en su lengua, de su agitada respiración, y del agradable calorcillo que sentía en la cintura, justo donde el demonio tenia su mano.
-¿Ah? - parpadeó tratando de despejar un poco la neblina que turbiava su mente. Hasta que le escuchó se había quedando bobo mirando a Bäel, con los ojos perdidos y la boca entre abierta – n-no... c-con eso v-vale – balbuceó enrojeciendo de vergüenza sincera. ¿Como era posible que perdiera el norte tan fácilmente?
Sin duda marcharse cuanto antes era lo mejor.
-¿Ah? - parpadeó tratando de despejar un poco la neblina que turbiava su mente. Hasta que le escuchó se había quedando bobo mirando a Bäel, con los ojos perdidos y la boca entre abierta – n-no... c-con eso v-vale – balbuceó enrojeciendo de vergüenza sincera. ¿Como era posible que perdiera el norte tan fácilmente?
Sin duda marcharse cuanto antes era lo mejor.
Samy- Cantidad de envíos : 57
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Re: La curiosidad mató al g... demonio (priv. Samy)
El dedo gordo de su mano acarició el hueso de la cadera, disfrutando de la cara de perplejidad del otro, además de la buena vista que era el otro tras ser besado. Le daban ganas de seguir haciéndolo, y de terminar arrastrándolo hacia el cuarto. De verdad, era algo superior.
Pero pensándolo bien, ya haría eso cuando volviese de comprar. Sonrió de lado, y se inclinó para besarlo de nuevo, como si fuese algún tipo de promesa sellada sin que el otro lo supiese.
-Genial. Pues no creo que tarde mucho. Aún quedan unas cuantas tortitas, así que si quieres coger más, son todo tuyas. Si te apetece algo más, en la despansa hay lo que quieras, sino puedes volver a la cama y esperarme ahi -se separó al fin, y fue hacia su cartera, cogiendo un par de billetes y alejándose hacia la puerta.
La mano que había estado acariciando al otro se sentía abandonada, solitaria, incluso menos cálida y qué decir de la leve molestia en su pantalón. Iría volando, no pensaba ir andando.
Pero pensándolo bien, ya haría eso cuando volviese de comprar. Sonrió de lado, y se inclinó para besarlo de nuevo, como si fuese algún tipo de promesa sellada sin que el otro lo supiese.
-Genial. Pues no creo que tarde mucho. Aún quedan unas cuantas tortitas, así que si quieres coger más, son todo tuyas. Si te apetece algo más, en la despansa hay lo que quieras, sino puedes volver a la cama y esperarme ahi -se separó al fin, y fue hacia su cartera, cogiendo un par de billetes y alejándose hacia la puerta.
La mano que había estado acariciando al otro se sentía abandonada, solitaria, incluso menos cálida y qué decir de la leve molestia en su pantalón. Iría volando, no pensaba ir andando.
Bäel- Cantidad de envíos : 85
Fecha de inscripción : 31/08/2009
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» 80gr de garras de demonio y 20gr de plumas de calandria (priv. Raven)
» Samy
» Bäel -demonio, demoncial-
» Mini-Vacaciones [Priv. Angie]
» Erase una vez en un bar de mala muerte... (priv. Lyan)
» Samy
» Bäel -demonio, demoncial-
» Mini-Vacaciones [Priv. Angie]
» Erase una vez en un bar de mala muerte... (priv. Lyan)
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.